viernes, 20 de marzo de 2015

Para qué escribir

En algunas charlas informales he tenido la oportunidad de recolectar algunas ideas interesantes sobre la utilidad que tiene la escritura en la vida de las personas, no solamente su valor terapéutico, sino la función que tiene en lo cotidiano para personas comunes y corrientes que no tendrían entre sus obligaciones nada que ver con la escritura.


1. ORGANIZACIÓN: Me parece que es la función que encuentro de forma recurrente con mayor frecuencia y abarca una gama de opciones variada, desde la elaboración de listas de pendientes, listas de compras, hasta la organización mental de algún problema o situación que, al ponerla por escrito, encuentra nueva forma y opciones. Escribir es una herramienta de organización cotidiana para muchas personas. Encontré en una ocasión una mamá que elaboraba una especie de mapas mentales cuando sentía que tenía una situación con sus hijos que no encontraba cómo abordar, decía que llevarla al papel le permitía organizar la información y le proporcionaba una visión diferente, generalmente el resultado era abordar la situación con una perspectiva innovadora y un mejor resultado.

2. DESAHOGO: Escribir es utilizado por muchas personas de forma cotidiana como desahogo emocional, ya sea que se lleve un diario de forma sistemática o que se recurra a ello solo cuando la situación emocional es intensa, pero la escritura parece ser una herramienta de catarsis efectiva, que permite volcar en el papel la vivencia emocional para ser manejada y procesada. Tuve una alumna que recurría a la escritura para volcar los sentimientos de frustración y enojo cuando discutía con sus papas, tenía una libreta especial que llamaba la libreta salva familia, decía que si dejara salir sus sentimientos y pensamientos como salían en el papel cuando discutía con sus papas su relación ya no existiría desde mucho tiempo atrás, pero como el papel le ayudaba a "amortiguarlos", era capaz de resolver los conflictos de forma positiva y sin herirlos.

3. MEMORIA: Escribir es en muchos casos una extensión de la memoria, es utilizada de forma cotidiana para preservar aquello que no queremos olvidar, esta es una de las principales funciones de un diario personal y, actualmente, los recursos tecnológicos nos han ampliado ésta posibilidad. Los blogs surgen precisamente como una opción para llevar un diario público que puede ser visitado y comentado por otros, existen diversas aplicaciones que permiten llevar un diario electrónico privado e incluso las redes sociales permiten esta función de la escritura para muchos, leemos constantemente anécdotas y vivencias de nuestros contactos narradas de forma más o menos elocuente. Memoria grabada y compartida.

4. SUBLIMACIÓN: La encuentro más comúnmente en la adolescencia, sin embargo se presenta también en los adultos, la escritura nos brinda la oportunidad de vivir una vida alterna, de crear un mundo paralelo donde todo es posible. Muchos adolescentes incursionan en la escritura fantástica, sus escritos reflejan en muchas ocasiones ese alter ego que cumple aquello que no pueden cumplir en la vida real, el galán que conquista a la chica, el super deportista, el héroe o el villano que se sale con la suya. Pocos continúan mas allá de estos intentos iniciales, pero si hay adultos que buscan en la literatura fantástica una opción para conseguir aquello que no consiguen en su vida cotidiana, para ampliar su experiencia de vida o para experimentar lo que no es socialmente aceptable en su situación particular.

Existen, sin duda, otras utilidades cotidianas de la escritura, como herramienta de diálogo interno y reflexión personal, como guía para la realización de proyectos, como borrador de diálogos futuros, como comunicación de aquello que es difícil de decir frente a frente... y tu ¿para qué escribes?

jueves, 19 de marzo de 2015

La memoria mentirosa

¿Alguna vez haz escuchado una historia de tu infancia narrada por otra persona que la vivió al mismo tiempo que tu? Probablemente tu experiencia resultó de extrañeza, como si la narración fuera falsa, los acontecimientos que viviste y recuerdas tan claramente no son los que tu hermano, tu primo o tu papá están narrando y tu tienes la seguridad de que conoces la verdad y la otra persona esta mintiendo.

Cuidado con los juicios que realizas en éstas ocasiones, el otro no necesariamente miente y tu memoria no es tan exacta como crees, la verdad es que el recuerdo y la narración que elaboras del recuerdo suelen estar muy distantes de la realidad. Lo que guardo en mi memoria son fragmentos que completo al narrarlos y que están matizados por el tiempo, los sentimientos, las vivencias posteriores e incluso las narraciones que he realizado del acontecimiento y la respuesta que recibí de las personas con las que hablé. Lo que recuerdo y lo que cuento de lo que recuerdo puede estar muy lejos de la realidad.

Imagina que estas en una fiesta y existen 10 cámaras grabando el acontecimiento, cada una fija en un punto del salón, lo que muestra la grabación de cada una de las cámaras será una fiesta totalmente diferente, algo similar sucede con los recuerdos de los acontecimientos, cada persona los vive desde su ángulo particular, y muchas veces, al comparar las grabaciones, parece que habláramos de eventos diferentes.

Por esto en ocasiones resulta importante y enriquecedor contrastar con otras personas nuestras narraciones del pasado, ver lo que los otros grabaron de mi infancia y mi adolescencia, abrir el lente a otras perspectivas y enriquecer mi vivencia con la del otro. Dejar la idea de que mi ángulo es el único válido y abrirme a la posibilidad de que lo que recuerdo como realidad no sea, después de todo, tan real. 

Un ejercicio interesante podría ser pedirle a tus hermanos que escribieran un evento particular de tu infancia que recuerdes con una especial carga emocional, comparando posteriormente los escritos, seguramente el resultado los sorprenderá y, si están abiertos a compartir y enriquecer su vivencia, reformularán favorablemente el recuerdo para todos los involucrados.