sábado, 31 de octubre de 2015

LOS FANTASMAS EN MI PASADO

Día de muertos, fieles difuntos, halloween, como quieras llamar a la celebración nos lleva al lugar común, el territorio de los que se fueron antes que nosotros, el territorio que habitaremos después de esta vida, el miedo a lo desconocido y los fantasmas que acompañan nuestro caminar en el presente.
Fantasmas vivos, intensos, que su presencia tal vez es más duradera que si aún estuvieran con nosotros, fantasmas que, precisamente por su ausencia, se han hecho constantes en nuestras vidas.

Alguna vez escuché definir a un fantasma como un ser con asuntos inconclusos en éste mundo que no puede abandonarlo hasta que los resuelve, personalmente creo que nuestros fantasmas permanecen con nosotros, no por asuntos inconclusos de ellos, sino por asuntos sin resolver de nosotros que no los dejan partir, 

Recordamos intensamente y de manera especial a en momentos significativos a aquellos que se fueron y nos dejaron una tarea sin resolver, una tarea de perdón o autoperdón, de crecimiento, de desprendimiento, de realización. 

Nos duele en un determinado momento el fantasma de aquel que nos recuerda que no hemos cumplido una meta, que no hemos superado una limitación, o que seguimos añorando la atención de aquel pequeño niño que habita en nuestro interior.

Hoy es una fecha especial para recordar a nuestros fantasmas personales, para escribirles una carta de despedida, no definitiva, pero si una despedida para nuestro asunto por resolver que los ata de esa particular manera a nuestra historia, como fantasmas, que hace que el recuerdo sea triste, pesado, sin vida. En lugar del recuerdo alegre y vibrante que debe dejarnos cualquier vida que se vive en plenitud cuando termina.